ETIQUETADO NUTRICIONAL

¿Qué nos cuenta la etiqueta de un alimento?

Cuando escogemos un alimento o producto envasado, vemos que con él va siempre una etiqueta que tiene mucha información, pero a veces no sabemos qué significa o qué nos quiere contar.

¡Aquí te hacemos un breve resumen de los puntos más importantes!

El etiquetado es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y los consumidores finales. Desde el año 2016 se ha unificado la información que aparece, siendo obligatorios algunos datos, para permitir a los consumidores realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen.

 Os contamos los distintos elementos de una etiqueta:

  • Listado de ingredientes, es decir, la composición del producto. Estos ingredientes siempre van de mayor a menor cantidad. Entre ellos están también los conservantes, edulcorantes, etc.

Debemos saber, que hay ingredientes que pueden ir bajo distintos nombres, y es importante conocerlos sobre todo si queremos controlar su consumo, como puede ser el caso del azúcar. Éste podemos encontrarlo bajo otras denominaciones como serían maltodextrina, glucosa o dextrosa, por ejemplo.

  • Tabla nutricional: ésta debe incluir la siguiente información y en este orden:
    • Valor energético
    • Grasas (especificando saturadas)
    • Hidratos de carbono (especificando azúcares)
    • Proteínas
    • Sal (no se permite poner sodio)

Si el fabricante lo decide, puede añadir información extra como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria, vitaminas y minerales, pero no estos no son de declaración obligatoria.

  • Fecha de consumo preferente o caducidad. El consumo preferente es la vida útil del alimento, durante la que el producto va a conservar todas sus propiedades organolépticas (color, sabor, textura). A partir de esa fecha, se puede consumir unos días o incluso semanas más, pero puede que sus propiedades sensoriales cambien. En cambio la caducidad nos está indicando hasta cuando un alimento es seguro para su consumo, después de esa fecha no sería recomendable. Es el caso de aquellos alimentos más perecederos.
  • Lote: es el conjunto de unidades de venta de un producto en circunstancias prácticamente idénticas. Es muy importante, porque es lo que nos permite identificar qué productos están afectados en caso de una alerta sanitaria. Esto permite la retirada de todos los productos de la misma producción si hay personas afectadas, por ejemplo, por Salmonelosis.
  • Tratamientos térmicos: son tratamientos de calor que inactivan o destruyen los patógenos, facilitan la conservación de los alimentos y alargan su vida comercial. Además permiten obtener productos más sanos en muchas ocasiones. Se trata de nomenclaturas como UHT o pasteurizado, que además en este último caso, es el que garantiza que algunos alimentos son seguros para embarazadas.
  • Alérgenos y trazas: debido a las diferentes alergias que existen, es obligatorio, por ley, que se informe al consumidor de los alérgenos que puede contener un producto. Debemos encontrarlo resaltado del resto de ingredientes y de manera clara para el consumidor. Hay hasta 14 alérgenos de declaración obligatoria como son el gluten, huevo, frutos secos…

Debes saber que si pone “trazas…” solo es importante para aquellas personas alérgicas o personas muy sensibles a ese ingrediente.

  • Sellos: podemos encontrar distintos tipos de sellos, por ejemplo de calidad que reconocen y protegen las denominaciones de determinados productos específicos (se relacionan con un territorio o con un método de producción). También sellos ecológicos, que son certificados que garantizan que se han cumplido unos estándares de producción durante todo el proceso de cultivo, procesado, packaging, almacenaje y distribución, dentro de los procedimientos ecológicos. Éstos incluyen entre otras prácticas evitar productos químicos como pesticidas o fertilizantes o no utilizar organismos genéticamente modificados.
  • Declaraciones: son voluntarias, pero si un fabricante decide utilizarlas, debe hacerlo cumpliendo las condiciones de uso establecidas para cada una de ellas y conforme a unas reglas establecidas en la normativa vigente. Debemos saber, que todas las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables que se encuentran autorizadas, han tenido que someterse previamente a un procedimiento en el que tienen que demostrar que están basadas en datos científicos sólidos y son evaluadas por la EFSA.

¿Pero qué es esto de las declaraciones?

Es cualquier mensaje o representación gráfica o simbólica, que afirme, sugiera o dé a entender que un alimento posee unas características específicas. Por ejemplo, cuando nos dicen que un alimento es bueno para algo, por ejemplo para los huesos, o que es rico en un ingrediente, como que es alto en hierro. Este estudio exhaustivo evita que el consumidor sea engañado, pero ojo! que un alimento sea rico en un ingrediente no significa que sea saludable en su totalidad.

¡Ya estáis preparados para leer etiquetas en el super durante un buen rato antes de escoger qué comer, pero ahora con criterio!