INTOLERANCIA O ALERGIA
La ciencia moderna nos ha dotado de un amplio vocabulario que nos ayuda a diagnosticar un gran número de problemas de salud. Resulta útil poder utilizarlo para poner nombre a una afección o problema médico.
Un par de términos de salud que a menudo se malinterpretan son las intolerancias y las alergias alimentarias. La mayoría de la gente sabe que hay una diferencia entre estos dos títulos. Además, la mayoría sabe que una intolerancia es menos «grave» que una alergia, pero ¿Cuál es la verdadera diferencia entre una intolerancia y una alergia?
ALERGIA ALIMENTARIA
Las alergias son una afección grave que siempre debe recibir atención médica. Las personas alérgicas deben consultar con su médico para asegurarse de que cuentan con las medidas preventivas adecuadas en caso de que se produzca una reacción importante.
Aunque una alergia alimentaria está relacionada con la alimentación, en su raíz, no está relacionada con el sistema digestivo. Es una reacción del sistema inmunitario frente a una proteína del alimento que el organismo percibe como peligrosa, que se produce poco después de comer un alimento determinado. Esta reacción produce la liberación de anticuerpos IgE y mediadores como la histamina, lo que puede desencadenar síntomas graves, incluso anafilaxia, que es potencialmente mortal. Basta una cantidad mínima del alimento para provocar la reacción.
Las alergias alimentarias afectan hasta al 8% de los niños menores de tres años y solo al 3% de los adultos.
Una vez desencadenada, la alergia puede provocar una serie de síntomas, entre ellos:
- Urticaria, picores e hinchazón
- Congestión y problemas respiratorios
- Mareos y aturdimiento
- Dolor abdominal, incluyendo diarrea, náuseas y vómitos
La gravedad de estos síntomas depende de cada caso. A veces pueden ser menores. Sin embargo, para algunos, una reacción alérgica puede llevar a un estado extremo conocido como anafilaxia, que puede poner en peligro la vida.
INTOLERANCIA ALIMENTARIA
A diferencia de una alergia alimentaria, una intolerancia alimentaria se basa en un problema metabólico o en el sistema digestivo y señala una incapacidad para descomponer ciertos alimentos.
La intolerancia alimentaria significa que tu intestino es sensible a ciertos alimentos y no los tolera. Se desarrolla cuando un individuo no es capaz de producir suficiente cantidad de una enzima concreta para descomponer un ingrediente alimentario determinado que ha ingerido, o tiene sensibilidad a ciertos compuestos.
Aunque puede que no sean tan graves como una alergia alimentaria en toda regla, tener una intolerancia puede afectar significativamente a la calidad de vida de una persona. Puede dar lugar a que se limiten las opciones en las comidas y a que se produzcan graves molestias a posteriori.
Cuando esto sucede, puede dar lugar a una variedad de síntomas menos peligrosos (aunque todavía muy incómodos a veces), como:
- Malestar estomacal
- Cantidades significativas de gas (flatulencias)
- Diarrea
- Dolor abdominal
Aunque la amenaza es menor, el número de personas que sufren intolerancias alimentarias es mucho mayor. Por ejemplo, se calcula que hasta el 68% de la población mundial tiene problemas de malabsorción de la lactosa.
Mientras que una alergia puede ser desencadenada por cualquier cantidad de la sustancia no deseada, en la intolerancia, si se consume una pequeña cantidad de esta sustancia puede no provocar ningún síntoma. Así mismo, también podemos tomar suplementos como los enzimas que nos ayudarían a romper el alimento no tolerado y mejorarían nuestra digestión.
LOS ENZIMAS DIGESTIVOS
Son proteínas especializadas que aceleran las reacciones químicas necesarias para descomponer los alimentos en moléculas más pequeñas, permitiendo la absorción de nutrientes. Sin ellas, no podríamos digerir carbohidratos, proteínas ni grasas de forma eficiente. Se producen en distintas partes del sistema digestivo: saliva, estómago, páncreas e intestino delgado.
TIPOS DE ENZIMAS:
- Amilasas: Actúan sobre carbohidratos (almidones → azúcares simples).
- Proteasas (pepsina, tripsina): Rompen proteínas en aminoácidos.
- Lipasas: Descomponen grasas en ácidos grasos y glicerol.
- Lactasa, maltasa, sacarasa: Actúan sobre azúcares específicos.
- Ejemplos adicionales: Pepsina (estómago), amilasa salival, lipasa pancreática, celulasa (producida por microbiota).
- Además de las que produce el cuerpo, algunas frutas y alimentos contienen enzimas: piña (bromelina), papaya (papaína), kiwi (actinidina), aguacate, miel, productos fermentados como kéfir o chucrut.
Si tienes alguna de estas dos afecciones no dudes en ponerte en contacto con un especialista que te ayude a garantizar tu salud y te enseñe una buena educación nutricional para tu caso en concreto. https://www.lliririos.com/producto/sesion-de-nutricion-clinica-intolerancia/
LOS ENZIMAS DIGESTIVOS